El mundo del Genérico es poco conocido, y sin embargo lleva años integrado en nuestro actual sistema Farmacéutico.
Después de que el pasado 21 de Julio se llegara a un Decreto por el cual no se permitían dispensar Marcas sobre Genéricos, muchos medios se echaron las manos a la cabeza, otros tantos ciudadanos lo ven como un recorte a las libertades de los médicos en recetar. Otros colectivos lo apoyan, y lo ven bien puesto que es un medio de ahorro ante una deuda que poco a poco nos va comiendo vivos.
Pero, ¿realmente no sabían que ya había un punto hacía el uso de los Genéricos en la Ley del Medicamento del 2000?
Recapitulemos pues. Oficina de Farmacia, 11:00 a.m. Llega una señora, de unos 60 años, con unas 15 recetas (por ejemplo). De esa cantidad de recetas, un 70% son genéricos, directamente recetados por el médico. Sin entrar a temas de las posibles PRM que tenga una señora con 15 medicamentos diferentes, el 30% son marcas.
Por ley, no la ahora aprobada, si no la anterior, si el precio sobrepasa un límite establecido por el Gobierno en los Listados de Precios que cada año se actualizan, ese medicamento se sustituye por su genérico de MENOR precio.
Es decir, si viene la marca, y esa marca sobrepasa aunque sea un mísero céntimo, el Farmacéutico está obligado a hacer uso de su conocimiento y sustituir por el genérico, que es lo mismo, es igual, y es más barato.
Por tanto, el funcionamiento de la Oficina de Farmacia, antes y ahora, no va a variar realmente en nada. ¿Por qué?, porque antes por Ley, se debía ahorrar igual que ahora.
LA diferencia es el bombo que se le ha dado a la noticia. Una noticia que no es noticia. De pronto, hemos pasado de no saber nada del Sistema Sanitario, de la Ley del Medicamento, a que toda España sea Farmacéutico, Médico, Gestor y Sanitario.
Señores, perdónenme, pero llevamos pidiendo este tipo de medidas años. En mi vida, he hecho muchas cosas, una de ellas ha sido participar en Ensayos de Genéricos, y, por culturilla general, antes de hablar, opinar y enarbolar la bandera del “Recorte Social” que tan bonita queda para algunos, y tan estigma es para otros, lo suyo sería saber qué es un Genérico y cómo se aprueba.
Por repasar, un Genérico es aquel medicamento igual al de referencia, o la marca, que tiene su mismo Principio Activo y que ha demostrado tener un rango de eficacia (con excipientes incluidos) de entre un 80% y un 120%, dentro de un tiempo que se mide mediante Ensayo Clínico con un mínimo de 80 personas, repartidas las mismas en placebo y no placebo.
Es decir, que aparte de todos los estudios clínicos previos, se hace otro más que asegura el correcto funcionamiento de dicho medicamento, que va a actuar en el mismo foco que el que se llama Chupipandi®, en un tiempo estimado igual que puede variar en mínimos minutos dependiendo del excipiente (porque no es lo mismo lactosa que sorbitol), y que tendrá lso mismo efectos secundaruios, primarios y si quieren terciarios que el original.
Además...¿acaso la medicación original ha pensado en el diabético que no puede tomar ciertos excipientes? ¿En el intolerante a la lactosa, o al gluten? No, porque la marca mantiene su mismo excipiente. Con los genéricos, tenemos una gama lo suficientemente amplia, para que un diabético pueda tener su medicación con sorbitol o sacarosa, y no padecer una posible subida de azúcar.
Entre otras muchas ventajas, así que señores. Antes de hablar, y opinar consulten con su farmacéutico, que no por nada somos los expertos en los medicamentos, y en este caso...
Por primera vez podemos decir que estas segundas partes son buenas.
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