martes, 19 de abril de 2011

Nuestra profesión...¿Adonde vamos? ¿de donde venimos?


Tengo tantas cosas de las que querría hablar, que sé que llegado un momento me puedo bifurcar demasiado. Por ahora, he leído un par de artículos  que me han llamado la atención y de los que comentaré en estas siguientes entradas. 

Bien, el primero es de Farmacias rurales. Esas grandísimas huerfanas que viven, mediante un sistema obsoleto. En él, una frase me ha marcado especialmente:

Ni nos creímos héroes en su momento ni pienso que hoy seamos unos villanos; somos farmacéuticos, como tú, como todos, y creo que, hasta ahora, nuestro discurso ha sido transparente, coherente y con una gran dosis de ética profesional a pesar de la precariedad que soportamos en nuestro ejercicio diario, como habrás comprobado en este artículo que acabas de leer y que no sólo habla de farmacia rural, habla de farmacia y de futuro profesional, porque… todos buscamos eso, ¿no? 
El hecho de que, un colectivo como el nuestro, que tan disgregado está, se haya unido, y que de pronto, tan solo tras un año, plantee su supervivencia me hace temblar. No por el hecho del sistema de titularidad, si no por el hecho de que parece que siempre intentamos unirnos los mismos y salimos escaldados.

Yo he sido Farmacéutica adjunta muchos años. Jamás me he planteado ser titular siquiera, pero de pronto, me he sentido algo identificada con estos titulares de farmacias pequeñas, que todos sabemos, realizan una gran labor. 

Tras lo cual, he buscado que son los Adjuntos para la gente. Es curioso que ni siquiera en Wikipedia, puedas encontrar una definición real. ¿Qué somos los Adjuntos? Pues en una palabra lo simplifico, los pringados.Es triste pero es así. Un ejemplo, exagerado evidentemente sería un video que hizo un compañero, Farmacéutico, muy amargado que no se atrevió a dar ni la cara (eso plantea otra cuestión ética muy importante):


Si, es un poco exagerado, ¿o no? Porque yo me llegué a sentir así, y eso que no me puedo quejar de las Farmacias en las que he estado. Ni de sus titulares. Pero la realidad es que "pringas" para todo. Haces de todo, eres el chico para todo, de todo te encargas, todo lo controlas, todo pasa por tus manos.

La gente de a pie, no se puede hacer una idea de toda la cantidad de información, de decisiones o de negaciones que se tiene que plantear el Farmacéutico que le está atendiendo. Porque en última estancia, lo que la persona se está llevando, es tu responsabilidad. Tu das ese medicamento, tu validas esa receta y la firmas, y si hay una equivocación, no en la dispensación o en la Atención Farmacéutica (de la que ya hablaré otro día), si no en la propia medicación, eres tú el que no te has dado cuenta.

Yo siempre cuento una anécdota, que me ocurrió, allá por 4º de carrera en la Farmacia de Guardia en la que trabajaba los domingos y festivos. Un día, vino un señor diabético, con un informe de Urgencias del Ambulatorio. El señor, con sus 300 de glucosa, seguía en pie, muy malito pero en pie,  y todo por un gripazo que el hombre tenía desde hacía días (lo cual ayuda a esa subida de azúcar tan tremenda). Bien, el medico, en el informe, le ponía un tratamiento sintomático, y para la tos seca, que no le dejaba vivir, Bisolvón ampollas.

¿Sabéis que excipiente tiene esta especialidad? Adivinad, glucosa pura y dura. Obviamente, me negué a dársela cuando lo leí, porque ya de por si, estaba en el límite el hombre. Según me contó, el medico le había dicho que eso que le daba, no llevaba nada de glucosa, ni fructosa ni ninguna otra clase de azúcar.

El hombre vino, tres o cuatro semanas después porque para él, en parte, yo le había "salvado la vida". Y eso no es así. Simplemente hice mi trabajo, y le di una Atención Farmacéutica correcta.

Imaginad que hubiera pasado si le llego a dar el Bisolvón. Yo no lo quiero pensar.

Todo esto viene a demostrar, tanto por el artículo de las Farmacias Rurales, como por el video de ese compañero amargado, como por mi propia experiencia, lo mal valorados que estamos los Farmacéuticos de a pie.

Y eso, tiene que cambiar.

Los únicos que podemos hacerlo somos nosotros, porque somos profesionales, porque estudiamos una carrera dura y larga, y porque aunque no se nos quiera dar, o se diga que no es así, en ultima estancia, la vida, la cura y el tratamiento de una persona está en nuestras manos y en nuestra cabeza.

Me alegra ver a los compañeros, porque para mi son compañeros, del SEFAR unidos y buscando soluciones. Pero también les digo: 

Luchad por vosotros, pero también por la gente que tenéis en vuestras Farmacia, que está muy cansada de que se las desvalorice, incluso dentro de la misma profesión. Pensad en el adjunto que tenéis, y cuidarle, porque, y sonará fatal, pero os salva el culo mil veces.

Y esto señores, es una parte de la realidad de las Oficinas de Farmacia Españolas.

Fea, con muy mala opinión, pero real como la vida misma.

1 comentario:

  1. Hola Compañera,

    Quería agradecerte tu comentario en nuestro blog y el artículo que has escrito.

    Recuerdo cuando comencé a darle vueltas a la cabeza sobre lo que pensaba era una situación personal, escribía cartas a mi Colegio provincial hasta que asimilé que, lo que yo creía mi problema, era común a un grupo ó colectivo, el de los farmacéuticos rurales.

    El tiempo, multitud de artículos y haber tenido la posibilidad de confrontar mis opiniones con las de muchísimos compañeros me ha llevado a globalizar aún más y a considerar el problema como algo general de la profesión.

    Aunque muchos compañeros -entre los que me encuentro- no tengamos auxiliar ó adjunto porque no podemos pagarlo, no dejo de acordarme de ellos y, de echo, la SEFAR está abierta a su participación, si así lo desean.

    No sé por qué no aparecen, su número creo que es bastante superior al de los que somos titulares, y sin embargo, ni tienen voz en ningún sitio ni se les tiene la consideración que realmente merecen (algo que puede apreciarse simplemente con la negativa de que puedan sentarse en la mesa de negociación del actual convenio que les afecta directamente).

    ¿Alguna vez se le ha ocurrido a los adjuntos que podrían dirigir el rumbo de la profesión si fueran capaces de organizarse?....., podrían crear candidaturas a los COF, etc, etc...

    Creo que merece la pena pensar en ello ¿no?, nadie en esta vida viene a dar nada a nadie y creo que lo mínimo que hay que exigir a un colectivo es su implicación, tomar partido en las decisiones que le afecten.

    Sin querer dar ejemplo a nadie y a falta de resultados concretos, de momento, a los farmacéuticos rurales no les ha ido nada mal, y vuestro potencial humano es muy grande.

    El futuro de la farmacia adolece de opiniones distintas a las "oficiales", y en mi opinión, la presencia de los adjuntos en esta construcción de futuro profesional sería muy, pero que muy necesaria. Yo os animo a que intentéis organizaros y busquéis vuestro sitio, la farmacia os necesita.

    Desde el pueblo más pequeño de la provincia de Sevilla.....

    Un fuerte abrazo y gracias de nuevo,
    Javier

    PD: Felicidades por la idea del blog, aunque busqué en su día un/a adjunt@ que quisiera escribir en el nuestro, me gustaría abrir una ventana hacia el vuestro en la sección de páginas de interés para que más compañer@s os conozcan....Ánimo y sigue con ello, Javier.

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